Este es un plato que les ha valido a los franceses el apodo de "froggies" en Inglaterra, pero los chinos también los comían en el siglo I antes de Cristo. Comer ancas de rana es, por tanto, una costumbre muy antigua y no sólo en Francia.
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Ancas de rana, ¿una especialidad típicamente francesa?
Ancas de rana, ¿una especialidad típicamente francesa?

No fue hasta el siglo XII cuando los monjes cristianos comieron este plato en Francia. Pero, ¿qué los llevó a comer estos pequeños animales y, en particular, sus patas? ¡Una mirada a un plato tan antiguo como el mundo!

Los monjes cristianos se enfrentaron una vez a un problema. Aunque sólo querían comer carne de animales terrestres, su consumo excesivo de carne los estaba volviendo obesos. Por ello, prohibieron el consumo de carne en determinados días.

Así es como los monjes empezaron a comer ancas de rana. Este hábito se considera el inicio de la tradición alimentaria nacional en Francia.

Se sabe que los ingleses no son "fans" de las ancas de rana en sus platos, no es el caso del Príncipe de Gales. Amante de la cocina francesa en todas sus formas, ¡también comía caracoles y callos! Pero a un gran chef, Auguste Escoffier, hay que reconocerle cierto golpe de maestro.

Entusiasmado por la controversia al otro lado del Canal de la Mancha sobre los comedores de ranas, decidió preparar ranas sin que lo supieran sus invitados. Esto tuvo lugar durante un baile en el Savoy. Escoffier decidió preparar sus ancas de rana con el nombre de "ninfas". Por un truco del cocinero, consigue engañar a su público inglés, ¡que disfruta del plato! ¡Una victoria para el chef francés!