La pechuga de pato con miel y vinagre balsámico es una combinación perfecta de sabores dulces y ácidos que resaltan la jugosidad de la carne. Un plato exquisito para deleitar a los comensales en cualquier ocasión especial. Una receta que enamora a los amantes de la buena cocina.
Las pechugas de pato con miel y vinagre balsámico son una combinación exquisita de sabores y texturas que sorprenderán a sus amigos y familiares.
Con un delicado equilibrio entre lo dulce y lo ácido, este plato se convierte en una opción sofisticada para una cena especial.
Las pechugas doradas y jugosas, junto con la salsa aromática, crean una experiencia gastronómica única que seguramente dejará a todos con ganas de más.
Una receta que sin duda deleitará a los paladares más exigentes.
Ingredientes
2 pechugas de pato grandes
6 chalotas
10 centilitros de vinagre balsámico
1 cuchara de miel
1 Sal y pimienta
Preparación
Paso 1 : Para preparar las pechugas de pato, se debe comenzar retirando el exceso de grasa de los lados y haciendo cortes transversales en la piel.
Paso 2 : Posteriormente, se sazonan con sal y pimienta.
Paso 3 : En una sartén grande antiadherente previamente calentada, se colocan las pechugas con la piel hacia abajo y se cocinan de 5 a 10 minutos, rociando la carne con la grasa derretida.
Paso 4 : Luego se retiran las pechugas y se vierte el exceso de grasa, para volver a ponerlas en la sartén por el lado de la carne y continuar cocinándolas por unos 5 minutos más.
Paso 5 : Es importante retirarlas del fuego y mantenerlas calientes envueltas en papel de aluminio.
Paso 6 : Para la salsa, se pelan y pican las chalotas, las cuales se fríen en la misma sartén por 5 minutos.
Paso 7 : Se desglasa con vinagre balsámico y se raspan los jugos de cocción del fondo.
Paso 8 : Luego se añade la miel y se lleva a ebullición por 1 minuto.
Paso 9 : Finalmente, se cortan las pechugas en rodajas, se cubren con la salsa y se sirven con pasta fresca.