La Tarta Tatin, con su caramelo dorado y manzanas aromáticas, es un postre clásico y reconfortante. Su sencillez en la preparación la convierte en una opción ideal para una dulce indulgencia sin complicaciones.
La Tarta Tatin es una delicia que combina la dulzura de las manzanas con el sabor caramelizado de un caramelo dorado.
Una masa quebrada crujiente y perfectamente horneada completa este postre clásico que siempre es bienvenido en la mesa.
Es ideal para compartir en ocasiones especiales o simplemente para disfrutar en familia acompañado de un toque de crème fraîche o helado de vainilla.
Ingredientes
6 manzanas
1 masa quebrada
1 limón
150 gramos de azúcar
70 gramos de mantequilla con sal
Preparación
Paso 1 : En una fuente o cazuela para horno, se coloca el azúcar y la mantequilla, dejando que se derrita a fuego bajo hasta obtener un caramelo de color dorado.
Paso 2 : Las manzanas se pelan y cortan en gajos, rociándolas con zumo de limón para evitar la oxidación.
Paso 3 : Se colocan los gajos sobre el caramelo, asegurándose de que no queden espacios vacíos.
Paso 4 : Se tapa la fuente y se lleva a fuego lento para que las manzanas se caramelicen durante 10 minutos.
Paso 5 : Se precalienta el horno a 180º C.
Paso 6 : Luego, se estira la masa quebrada con un rodillo y se coloca sobre la fuente con las manzanas.
Paso 7 : Se recortan los excesos de masa, doblando los bordes hacia adentro.
Paso 8 : Se pincha toda la masa quebrada para permitir que el vapor salga durante la cocción en el horno.
Paso 9 : La tarta se hornea durante 30 minutos o hasta que adquiera un color dorado.
Paso 10 : Una vez lista, se retira del horno y se deja enfriar sobre una rejilla.
Paso 11 : Una vez fría, se desmolda y se sirve acompañada de una quenelle de crème fraîche o una bola de helado de vainilla.