El gratinado de patatas o gratin dauphinois es un plato popular en todo el mundo. Fácil de preparar. Este plato es uno de los favoritos de los canadienses y, sobre todo, los franceses.
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Patatas gratinadas: historia revolucionaria

Sus orígenes se remontan a principios del siglo XVI, cuando el tubérculo pasó a formar parte de la plantación. Hoy en día, el plato se presenta en una multitud de variaciones que incluyen carne picada, queso de cabra, camembert y calabacines.

Hay muchas variantes del gratinado de patatas. Entre ellos, el gratinado de patatas con queso de cabra, el gratinado dauphinois con camembert, el gratinado dauphinois con calabacines y el gratinado dauphinois con carne picada.

La historia del gratinado de patatas o gratin dauphinois se remonta al año 1500 en la región del Dauphiné. Esta región está situada en el cuarto sureste de Francia. En la actualidad, el Dauphiné se reparte en 4 departamentos: Isère, Drôme, parte del Ródano y los Altos Alpes.

El desarrollo del primer gratin dauphinois está vinculado a la difusión del tubérculo en Europa. Su cultivo comenzó en 1565 en Italia y en 1589 en Suiza. El tubérculo se adapta fácilmente a las condiciones alpinas. Los primeros intentos de preparar un plato a base de patatas comenzaron en el Dauphiné entre los siglos XVI y XVII.

El 7 de junio de 1788, Grenoble fue objeto de un motín. El día de las baldosas marcó las revoluciones francesas. En ese momento, el duque de Clermont-Tonnerre retiró sus tropas de los insurgentes para evitar el riesgo de masacre. El duque era entonces teniente general y comandante en jefe del Dauphiné. El 12 de julio, el duque organizó una comida para los funcionarios municipales de Gap. Según el historiador del Dauphiné Claude Muller, esta comida estuvo marcada por la inscripción oficial de la palabra gratin dauphinois.